Día Mundial de los Fertilizantes – 13 de Octubre
Hoy, 13 de octubre, se celebra el Día Mundial de los Fertilizantes y Atlántica Agrícola quiere compartir con vosotros la importancia de estos insumos agrícolas para hacer frente a los retos agrícolas del presente y futuro.
Los fertilizantes contienen los nutrientes esenciales para que las plantas se desarrollen de un modo óptimo. Sabemos que si una planta está bien “alimentada” podrá hacer frente a los posibles estreses abióticos a los que se enfrente y conseguirá mayores rendimientos productivos durante su ciclo vegetativo.
Debido a esto, la fertilización de nuestros cultivos es esencial para que estos crezcan sanos, se desarrollen de forma correcta y obtengamos unas cosechas abundantes para hacer frente al reto que se nos plantean durante las próximas décadas: dar de comer a 10.000 millones de personas en el mundo (como vaticina la FAO para el año 2050).
En este artículo, en conmemoración del Día Mundial de los Fertilizantes, vamos a conocer algo más acerca de estas soluciones nutritivas para nuestros cultivos.
¿Por qué se celebra el día 13 de octubre?
Un 13 de octubre de 1910, se celebra el aniversario de la patente de Haber-Bosch, proceso tecnológico con el que se sintetiza el amoniaco y que entre otros usos permite producir fertilizantes a partir del nitrógeno atmosférico. Haber-Bosch hace alusión a Fritz Haber y Carl Bosch. El primero fue quien patentó el proceso mientras que el segundo lo comercializó en 1910, recibiendo ambos el premio Nobel de Química en 1918 y 1931 respectivamente.
¿Por qué utilizamos fertilizantes?
Como hemos dicho, para el año 2050, la FAO pronostica que seamos cerca de 10.000 millones de personas en el mundo, y para alimentar a todas esas personas deberíamos aumentar la producción agrícola un 40%.
Esto se podría conseguir dedicando más tierras a la agricultura. Sin embargo, esta tierra no está disponible tan fácilmente y puede ocasionar un impacto negativo en el medio ambiente y la biodiversidad.
Por tanto, la opción más sostenible es hacer un mejor uso de la tierra actualmente utilizada para la producción de alimentos. Es decir, aumentar la eficiencia agrícola, donde se incluye una nutrición de cultivo más efectiva y selectiva.
La fertilización eficiente de cultivos nos permitirá alimentar a 5 personas adultas con una hectárea de suelo, mientras que en 1960, esa misma hectárea alimentaba a tan solo 2 personas.
¿Cómo funcionan los fertilizantes?
Los cultivos necesitan para su desarrollo luz solar, oxígeno (O2), dióxido de carbono (CO2), agua (H2O) y un suministro equilibrado de los llamados macronutrientes: nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, azufre y magnesio así como también micronutrientes secundarios. Estos nutrientes son esenciales para diversas funciones metabólicas de las plantas necesarias para su crecimiento y desarrollo.
El agua y los nutrientes se absorben principalmente del suelo, a través del sistema radicular de las plantas y son utilizados en el crecimiento del cultivo. Una vez terminado el ciclo de cultivo, y cosechado, todos esos nutrientes se pierden del suelo disminuyendo su presencia para el cultivo siguiente. La consecuencia de esto es que la capacidad productiva del suelo disminuye progresivamente.
Es aquí donde los fertilizantes ayudan al agricultor a mantener un nivel de producción constante año tras año, ya que aportan al cultivo esos nutrientes que el suelo no es capaz de aportar, dado que los ciclos naturales que descomponen los residuos de los cultivos y el material orgánico en el suelo reemplazan, en promedio, aproximadamente la mitad de los nutrientes requeridos.
En busca de la eficiencia del agricultor, los fertilizantes aportan uno o más de los nutrientes esenciales para el cultivo, y se suministran en una forma que la planta puede absorber fácilmente.
Además, como estos fertilizantes se formulan siguiendo una “receta” concreta, los agricultores tienen una herramienta predecible para nutrir a sus cultivos. Esto permite crear programas de fertilización adaptados a cada cultivo, estado fisiológico y fase del cultivo, pudiendo ser más eficientes y sostenibles en su uso.
¿Cómo se utilizan los fertilizantes?
Para conseguir un uso eficiente, sostenible y seguro de los fertilizantes, que nos permita proteger el medio ambiente a la vez que aumentamos la producción de los cultivos nos debemos basar en 4 reglas:
- El producto correcto: elegir el fertilizante correcto para nuestro cultivo atendiendo a las necesidades concretas del tipo de cultivo, estado fisiológico y fase del ciclo vegetativo.
- La cantidad correcta: ajustar la cantidad de fertilizante a las necesidades del cultivo. Si nos quedamos por debajo nuestro cultivo no se desarrollará bien, si la superamos estaremos desaprovechando fertilizante, perjudicando el suelo de cultivo y causando un impacto negativo al medio ambiente.
- El sitio correcto: aplicar el fertilizante allí donde los cultivos puedan usarlo. Debemos analizar donde se debe aplicar el fertilizante para que el cultivo pueda absorberlo de forma óptima.
- El momento correcto: hacer que los nutrientes estén disponibles cuando los cultivos los requieran. Debemos ajustar la fertilización en el momento justo para que el cultivo pueda aprovechar todos los nutrientes de forma óptima.
Para cerrar este artículo con el que queremos celebrar el Día Mundial de los Fertilizantes, os dejamos una frase de Bill Gates: “Dos de cada cinco personas en el mundo deben su vida a los fertilizantes”.
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